¿Qué significa comunicar?

Como con otros conceptos, podemos encontrar múltiples definiciones, yo expongo solo alguna de ellas:

-        Transmitir un mensaje con un objetivo.

-        Intercambio de pensamientos o ideas entre dos o más personas.

-        Ray L. Birdwhistell (1979), padre de la kinesis , define la comunicación como el        proceso en el que todos los participantes, en continua interacción, aportan mensajes de dimensiones diversas y superpuestas por uno o más canales (tales como el movimiento, el lenguaje y el olor), cuyos elementos están estructuralmente pautados).

-        Para Díez y Freijeiro (2005) consistiría en un proceso bilateral, refiriéndose a un circuito en el que se interactúan y se interrelacionan dos o más personas, a través de un conjunto de signos o símbolos convencionales, por ambos conocidos (Díez y Freijeiro, 2005). 


Dos reglas básicas para comunicar:


Un breve repaso a los elementos de la comunicación:




Para que el proceso de comunicación sea efectivo se ha de dar una serie de pasos:



Pero en toda comunicación se puede producir degradación a distintos niveles: 



En cualquier acto comunicativo fundamentalmente pueden aparecer dos tipos de barreras:

                1- Materiales:

                      - ruido de fondo

                      - distancia entre interlocutores

                      - falta de tiempo

              2- Psicológicas (a la hora de la decodificación):

                     - marco de referencia (experiencia previa)

                     - problemas de semántica (identidad de códigos)

                     - escucha selectiva (bloqueo lo nuevo)

                     - juicios de valor 


Importancia del canal visual:

Los actos verbales que el docente realiza en el aula, relacionados o no con la materia que imparte, se enfatizan o deslucen con la gestualidad que los acompaña. El alumno interpretará no solo las palabras sino también la gestualidad y esa gestualidad nos llega a través del canal visual. 

G. Galbris (1989) afirmó que "en la comunicación se integran todos los sentidos, siendo esenciales el oído y la visión, seguidos del tacto y del olfato. El gusto se ubica en tercer lugar". Por el canal visual obtenemos información en relación al emisor del mensaje e información en relación al mensaje.

El mensaje verbal  que transmite el docente debe guardar coherencia con su rostro, su tono de voz y su cuerpo.
Debe cuidar los gestos expresivos en situaciones de tensión ya que emergen sin ser tamizados por la conciencia crítica, pudiendo descubrir lo que quiere ocultar.










El estudio más citado sobre comunicación


La "regla 7%-38%-55%" de Mehrabian.

 

 

Albert Mehrabian, en 1967 dio a conocer el estudio más veces citado sobre la comunicación. Este estudio ha sido en ocasiones criticado y mal interpretado, ya que no debe tomarse como referencia para cualquier tipo de comunicación. La “regla 7-38-55” se basa en realidad en dos estudios: el primero, publicado por Mehrabian y Wiener (donde compara la importancia relativa del sentido de la palabra frente al tono de la voz), y el segundo, publicado por Mehrabian y Ferris (donde la comparación la hace entre el tono de voz y la expresión facial). Luego combinó los resultados de ambos estudios obteniendo la relación  "7-38-55"  con que se conoce su “regla” (otros la denominan la “regla de las tres V”, en alusión a los tres canales comunicativos verbal, vocal, visual).
Los porcentajes que Mehrabian incluyó en el artículo titulado “decodificación de la comunicación inconsciente”, deben referirse a que en un intercambio verbal de naturaleza emocional o actitudinal, cuando existe incongruencia o disonancia cognitiva, las palabras, sólo cuentan en un 7% a los fines comunicativos, en tanto que las cualidades vocales (entonación, intensidad, velocidad) lo hacen en un 38% y el lenguaje corporal ocupa el restante 55%.


Esta regla sería de aplicación en situaciones cara a cara y en ciertas situaciones en que la comunicación verbal es altamente ambigua o contradictoria. En definitiva este autor determinó que la credibilidad, la consistencia o la congruencia de un mensaje dependen de la información que nos llega por el lenguaje corporal, tono de voz y palabras (canal visual, vocal y verbal: las tres “V” de la comunicación). Así si el mensaje transmitido a través de los canales vocales y visuales no concuerda con el emitido a través del canal verbal, tendemos a priorizar lo percibido por los canales no verbales.
Los límites de la regla

La incorrecta interpretación de esta regla ha llevado a creencias erróneas como que en cualquier situación comunicativa, el significado del mensaje se transmite fundamentalmente de manera no verbal,  y no mediante el significado de las palabras. Esto es exagerado y se debe a una generalización indebida de las condiciones específicas de los experimentos de Mehrabian. Albert Mehrabian enfatizó que esta “regla” era particularmente aplicable a la comunicación de sentimientos y actitudes, así como que sus términos no implicaban que la mayor parte del mensaje se transmitiera por vía no verbal, sino que su ámbito de aplicación propio era aquel en el que se verificaran hipótesis de incongruencia.

Comunicación coherente del docente

La comunicación del docente debe tener en cuenta que sus palabras, tono y gestos deben ir al unísono.  Deben comunicar el mismo mensaje y deben complementarse. Así lograremos transmitir una imagen honesta y genuina.

La incongruencia de la que hemos hablado anteriormente no sólo aparece cuando se miente, o cuando se intenta ocultar algo (recordemos cuando hay activación emocional  la mayoría de los gestos que acompañan a un mensaje son inconscientes). En ocasiones al sentirnos observados y analizados nuestro lenguaje corporal se vuelve más torpe y sus señales pueden perder sincronía con el resto de canales.

¿Qué sucede entonces? Pues que ante la disonancia cognitiva experimentada por la recepción de señales incongruentes, el alumno optará por el canal más fiable y ese canal será el del lenguaje corporal.

Tengamos en cuenta que nuestro éxito con los alumnos radica en la credibilidad que ellos nos asignan por la coherencia de nuestras palabras y nuestros gestos.
 
 

 

¿Por qué hablar de comportamiento no verbal en lugar de lenguaje no verbal?


En muchísimos textos, y en diferentes medios, los términos comunicación no verbal, lenguaje no verbal y lenguaje corporal se emplean indistintamente, dando a entender que son el mismo concepto. Bajo mi punto de vista deberíamos ser más cautos a la hora de emplear unos u otros términos. Vayamos por partes.
En ocasiones nos encontramos con que se emplean los términos lenguaje corporal y lenguaje no verbal para referirse a lo mismo, pero a mi juicio es un error ya que el lenguaje no verbal también incluiría toda aquella información que transmitimos por la voz, mientras que el lenguaje corporal sería la parte referida a gestos, expresiones faciales, posturas y demás formas de expresión a través del cuerpo.

En cuanto a los conceptos de comunicación no verbal y lenguaje no verbal  su uso indistinto no es tan grave. Pero si la comunicación consiste en la transmisión de señales mediante un código común al emisor y receptor, y el lenguaje es un conjunto de señales que dan a entender algo, el empleo de los conceptos anteriores debería hacerse en el mismo sentido.
Muchos autores vienen a definir la comunicación no verbal como el proceso de comunicación mediante el envío y recepción de mensajes sin palabras, es decir, mediante indicios y signos que carecen de sintaxis (sin estructura sintáctica). Pero en ocasiones se emiten, por ejemplo, pequeños gestos sin la intención de comunicar o sin que puedan llegar a ser descifrados por el receptor (ya sea por desconocimiento de su significado; ya sea por no compartir el mismo código el emisor y el receptor; ya sea por ser estos muy breves y difíciles de detectar in situ, como ocurre con los microgestos). Sin embargo esos gestos también son de interés para nosotros, por lo que convendría hablar más de comportamiento no verbal, concepto que englobaría al de comunicación no verbal.

Hasta los años 80 en psicología se ha aplicado el término comunicación no verbal para referirse a ciertas conductas paralelas o alternativas al comportamiento verbal y que cumplen la función de transmitir información, pero a partir de esa década el término lenguaje no verbal se va sustituyendo por una visión del comportamiento no verbal que evita entrar en polémicas sobre el grado en que determinado objeto de estudio es comunicación no verbal o simplemente conducta informativa no verbal. 
Sobre la definición de comportamiento no verbal tampoco hay unanimidad (Corrace, 1980; Ricci y Cortesi, 1980, etc) siendo, bajo mi punto de vista, la más sencilla la ofrecida por Fernández Dols (1994) al definirlo como cualquier acción que no sea estrictamente verbal. Dols distingue entre lo verbal,  como un canal que transmite mensajes regidos por un código lingüístico, y lo vocal como un canal cuyo soporte para la transmisión de mensajes es la voz. Dols entiende el estudio del comportamiento no verbal como: "el estudio de mensajes vocales y no vocales que no poseen un código explícito, invariable y constituido por unidades discretas, es decir, un código lingüístico".

 

¿Es importante para el docente formarse en comportamiento no verbal?

La formación en materia de comunicación es una necesidad imperiosa para el docente, pero esa necesidad no se cubre en el campo de la comunicación no verbal. ¿Por qué descuidamos tanto esta área o por qué no les prestamos la atención que se merece si es tan importante?
La formación del profesorado en este campo debería estar basada en la adquisición de contenidos teóricos y también en la observación y reflexión de la propia práctica. Esta necesidad de formación debería prolongarse durante todo el ejercicio de la profesión.
Dominar el comportamiento no verbal para comunicarnos mejor.
Ya hemos dicho que Fernández Dols entiende el estudio del comportamiento no verbal como: "el estudio de mensajes vocales y no vocales que no poseen un código explícito, invariable y constituido por unidades discretas, es decir, un código lingüístico". 
Esos mensajes no vocales pueden incluir también gestos, expresiones o comportamientos que se generan involuntariamente, por lo que debemos ser cuidadosos y no causar alguna impresión errónea que nos pueda perjudicar profesionalmente.

Así, cuando transmitimos un mensaje debemos tener mucho cuidado con nuestro comportamiento no verbal, puesto que la información que transmitimos por los distintos canales (palabras, voz y lenguaje corporal) puede no ser congruente con el mensaje, y las incongruencias  pueden ser interpretadas por los alumnos como intentos de engaño.
Conociendo los aspectos fundamentales del comportamiento no verbal podríamos expresar nuestras ideas con más fuerza, conseguir un posicionamiento positivo y crear un clima de confianza que nos ayude a comunicarnos mejor.
Por todo ello es muy importante formarnos en el campo del comportamiento y que tendamos los puentes correspondientes entre las distintas áreas de este campo.

PROXÉMICA

El término proxemia o proxémica se refiere al empleo y a la percepción que el ser humano hace de su espacio físico, de su intimidad personal y de cómo y con quién lo utiliza.

Como sabemos fue el antropólogo Edward T. Hall (1914-2009) quien acuñó el término y sentó las bases de la proxémica como hoy la conocemos.
De lo aportado por la proxemia hoy sabemos que medir la distancia y el contacto físico nos permite gestionar las emociones con nuestros alumnos. El contacto próximo con nuestros alumnos hace más creíbles nuestras palabras. Debemos aproximarnos a ellos pero ¡sin pasarnos!
Recordemos que Hall estableció que la distancia social entre la gente generalmente correlaciona con la distancia física y describió cuatro diferentes tipos de distancia. Estas distancias serían subcategorías del espacio personal o informal:


      Distancia íntima (< 45 cms)
       reservada para las relaciones más cercanas

       si se invade produce incomodidad y nerviosismo 

      Distancia personal (45-120 cms)
http://aulacomunicacionnoverbal.blogspot.com.es/2013/11/proxemica.html

       límite de la burbuja protectora

       favorece la enseñanza personalizada 

      Distacia social (120-360 cms)

distancia social en el aula

     primeras filas de un aula tradicional

     los alumnos aprecian mejor el CNV del profesor

  • Distancia pública (360 cms-límite de lo visible o audible) 
distancia pública en el aula


     alumnos que ocupan el fondo del aula

     puede propiciar la aparición de conductas de fuga, protección o defensa

     la visión y audición se reducen generando conductas de fuga (distracción, evasión, indisciplina…). 

También sabemos que la estructura y tamaño del aula, así como el diseño y disposición del mobiliario, pueden favorecer o entorpecer el proceso comunicativo entre profesor y alumno. Estos factores pueden llegar a determinar el grado de participación del alumno en el aula y, en ocasiones, revelan la posición de igualdad o superioridad que tenemos o deseamos como profesores.

KINESIS


Kinesis en griego significa movimiento. Con el concepto de Kinesia nos estaríamos refiriendo a la capacidad de efectuar comunicación mediante gestos u otros movimientos corporales; incluyendo la expresión facial, la mirada y el movimiento ocula, entre otros.
Este tipo de señales no verbales pueden ser generales o específicas para cada individuo. Algunas de estas señales pueden tener la intención de comunicar mientas que otras son meramente expresivas. Por otra parte, algunas nos pueden proporcionar información acerca de las emociones, mientras que otras nos dan a conocer rasgos de la personalidad o actitudes del individuo.

Solo analizaremos algunos aspectos sobre los gestos, posturas y mirada de cierto interés para nuestras sesiones de aula.

GESTOS

Los gestos son una herramienta sutil de reforzar y ser más claros a la hora de impartir nuestras sesiones de clase. Pueden complementar, suplir e incluso desplazar y contradecir a las palabras, por ello habría que hacer cuidado con los gestos que emitimos inconscientemente (nos delatan). Para que ello no ocurra lo mejor es que nuestros gestos sean congruentes con el mensaje verbal que transmitimos. También es conveniente que esos gestos sean naturales (o distraeremos al interlocutor). Veamos algunos tipos de gestos que pueden darse en una situación de aula:

         El gesto autoritario o displicente

         Se interpreta como agresivo

        Mirada de costado, con ceja arqueada: puede transmi-tir arrogancia en la escucha

        Mentón levantado o palma hacia el interlocutor: puede interpretarse como señales de autosuficiencia, imposición, rechazo, intento de crear distancias  

         Gestos de intolerancia


          Movimientos rotundos o tajantes (ej. puño o palma batiente, cruce vigoroso de antebrazos…)

          Apretar los puños: vehemencia, energía, determinación, hostilidad, violencia y desafío.

          Cerrar la mano en puño con el índice hacia… arriba/abajo/el interlocutor: provoca antagonismo y hostilidad.

          Agitar el dedo índice con la mano cerrada: amenaza

         Gestos de aburrimiento


          escuchar con la mirada distraída

          mentón apoyado en el puño o mejilla apoyada sobre la palma (dejando caer los párpados)

          cuerpo sobre el respaldo con las extremidades relajadas (inatención)

          garabatear mientras se escucha

         Gestos de impaciencia

          cambiar de posición en el asiento , como queriéndose poner de pie

          mirar el reloj

          cerrar libros o cuadernos

          tapar los bolígrafos

          golpeteos con los dedos

         Gestos de extrañeza y discrepancia


          abrir desmesuradamente los ojos conteniendo la respiración

          fruncir el ceño

          cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, labios apretados y contraídos hacia un lado: desacuerdo, actitud negativa y opuesta

          dedos rígidos y entrecruzados: discrepancia y frustración.

         Gestos de burla y autoritarismo


          barbilla levantada

          mirada por encima del hombro

          arqueo de una ceja

          mover la cabeza hacia ambos lados, mirando al techo, apretando los labios o con sonrisas contenidas

         Gestos de inseguridad o indecisión (nerviosismo, ansiedad)


          acariciarse la barbilla

          morderse el labio inferior

          llevarse el lápiz a la boca

          retorcerse las manos

          apretar una mano contra otra

          frotarnos la cara o el pelo

          tocarnos la nariz

          barreras (carpetas, pelusas…)

         Gestos de seguridad, confianza y complacencia


          manos en forma de ojiva

         Gestos sinceridad y franqueza


          manos abiertas con las palmas hacia arriba

          mano en el pecho

         Gestos que pueden revelar desconfianza o desprecio



          hablar con la mano sobre la boca

          hablar por las comisuras de los labios

MIRADA


         falta de contacto visual en el emisor: ausencia de sinceridad o menosprecio

          falta de contacto visual en el receptor: desinterés o temor excesivo

          mirada de soslayo:  transmite desconfianza y duda

          mirar al techo o al reloj: hastío

         mirada fija y sostenida: agresión, desafío o interés desmedido (provocaría desconcierto y angustia)

POSTURAS


         sentados hacia el borde de la silla con cuerpo hacia adelante: buena disposición y cooperación

         recostados en el asiento con las manos en la nuca: superioridad y pedantería (si brazos cruzados, desinterés)

         brazos cruzados: comodidad, actitud defensiva, seguridad en postura tomada (inamovilidad)

         escuchar con barbilla apoyada en palma de la mano con índice extendido a lo largo de la mejilla: evaluación crítica

         desplazamientos por el aula con manos en bolsillos y mirada baja: inspira reserva y desaliento

          caminar con cabeza inclinada y manos a la espalda: preocupación

          pararse con mano en cadera o bolsillo: denota buena disposición

         posicionarnos delante de una mesa con los brazos separados y manos aferradas al borde: impone la atención del grupo pero puede ser intimidatoria para ese alumno (si se le mira a él, dura mucho…)